miércoles, 1 de julio de 2009

Periodismo especializado

El periodismo especializado comprende la integración de varias disciplinas integradas en una, a la vez que fragmentación en esas mismas. A través del mismo, la práctica periodística se nutre de muchos métodos y recursos que le dan diversidad y creatividad a la misma.

Para Fernández y Steve especializarse significa renunciar a lo general para dedicarse a lo particular. La especialización, en su aspecto más amplio, es objeto, de posiciones distintas y, en algunos casos. Mientras un sector considera positiva esta parcelación de los conocimientos, otros ven la especialización como una limitación del saber humano (1).

Esta llamada sectorialización o especialización del periodismo se debe a partir de la fragmentación del público. Claro, esto obedece a ciertas necesidades espurias del mercado en pos de fragmentarlo todo en nichos del mismo. Así es como la practica periodística firma su decreto de desintegración.
Es la hora del periodismo-espectáculo, donde en muchas ocasiones prima el egocentrismo periodístico, y se es incapaz de proporcionar la fotografía completa de la situación, prefiriendo historias «espectaculares» (cercanía de explosiones, protagonismo del periodista) frente a análisis y contrapuntos (2).

Ante este escenario sin embargo, seria miope resignarse a la lectura derrotista. A partir de una fragmentación en especialidades. Este tipo de periodismo nos permite indagar en las particularidades de cada tipo de práctica y alimentarse de conocimientos que antes eran ajenos.

La imposición del mercado, lejos de parecer inexorable, se muestra como una oportunidad para ir contrarrestando los efectos de este sobre el periodismo y dejar de considerar a la praxis periodística como ‘típicas de un empleado corporativo’.

El periodismo especializado nos permite zambullirnos en ideas antes ni siquiera tenidas en cuenta dentro del ambiente y a partir de esto se pueden dejar de lado dos aspectos arcaicos e inservibles para el desarrollo del mismo como el ser ‘rehén’ de las necesidades del mercado y hacer menos rígida y estereotipada la forma tradicional de redactar en el periodismo.
Para ello, lo urgente es ligar a la actividad periodística a la realidad y la militancia, como mencionaba Bourdieu (3).

Lo central es subvertir la tendencia gerencialista del periodismo especializado para que todos esos estudios concretos y tan fragmentados que integran al mismo apoyados en las nuevas tecnologías no sirvan para alimentar al monstruo de los multimedios y monopolios privados de prensa, sino para la construcción del periodismo de base y comprometido con los grupos de resistencia y las luchas por conquistas sociales.
-----------------------------------------------------------------------
(1)BARBERO Jesus Martín, El cuidado de la comunicación, edición en pdf.
(3) BOURDIEU, Pierre, Pensamiento y Acción, edición en pdf.
Voto nulo: coyuntura actual y construcción mediática

El presente fenómeno mediático del ‘voto nulo’ en México puede ser leído a través de diferentes niveles. Se sintetiza en una construcción simbólica no establecida en las bases de la sociedad sino en las altas esferas multimediaticas y se instala en la comunidad tomando las banderas del ‘hartazgo ciudadano’ hacia las clases dirigentes y su genuflexión. La anulación del voto siempre ha estado asociada a una reacción hacia las falencias del sistema democrático, aun incompleto. Sin embargo, dada la coyuntura actual, el llamado ‘voto nulo’ esta desprovisto y/o desvirtuado de sus características originarias.

Si bien el cansancio de la sociedad mexicana hacia la política económica, la corrupción estructural y la negligencia de la clase política es visible desde hace tiempo, el ‘voto útil’ ha sido una acción que ha funcionado como contención del humor social durante las ultimas dos décadas.

Sin embargo, en estos últimos tiempos, de repente el voto nulo ha devenido en el instrumento para medir a la opinión pública. Se ha logrado insertar en la sociedad a partir de una construcción mediática de la cual han formado parte actores políticos y económicos conservadores.

A partir de esto el contenido revolucionario del voto anulado pierde toda su fuerza. Este termina siendo un instrumento para perpetuar el Estado de cosas.

Al carecer de bases extendidas que lo sustenten y al ser un producto de medios, consultoras y encuestadoras, la imposición en la agenda de este tipo de voto apunta a las clases medias en particular y a aquellos que aun le asignan credibilidad a las campañas de este tipo en general.

Se hace especial énfasis en la clase media ya que el discurso mediático que enarbola la anulación del voto esta prácticamente construido en base a parámetros sobre los cuales se identifica gran parte de la misma. Estos parámetros giran sobre los ejes de la inseguridad, la estabilidad económica y la generalización de que ‘todos o casi todos’ los integrantes de la clase política ‘son ladrones’. Esto último, mas allá de ser una lectura que resiste muchos argumentos, no es más que una parte de la problemática socioeconómica y política a nivel nacional.

Características del voto nulo promovido desde los medios

El voto nulo promovido actualmente se presenta como ‘sin ideología’. Como la opción a favor de las llamadas ‘causas ciudadanas’ (en el sentido de aquellas adheribles a la clase media urbanizada). Un rostro de la ‘apolítica’ el cual no es mas que un engranaje de la ingeniería política de las fuerzas conservadoras[1]

Desde gran parte de los medios, este instrumento es propuesto por diversos sectores afines a esos intereses con el objeto de que esas consignas que promueven, directa o indirectamente en la praxis sean asimiladas positivamente por el PAN y a fin de cuentas reducir el espacio político a una suerte de bipartidismo, excluyendo a los partidos constituidos por movimientos sociales de base como el PRD, además de partidos pequeños que comparten una estructura similar a este. Los partidos satélites de los dos principales aparatos; PVEM y Nueva Alianza, terminarían uniéndose a alguno de ellos o a los dos respectivamente. En la ‘Real Politik’ nunca se sabe.

Un ambiente legislativo reducido a las estructuras del PAN y el PRI seria ideal para los grupos de poder concentrados en su deseo de que se aprueben los paquetes de reformas económicas que beneficien solo a ellos. Al no haber fuerzas progresistas que frenen esas tratativas impopulares, la tarea de ejercer lobby a favor de la privatización de los servicios públicos se hace más
Fácil (2).

La crisis de la izquierda como carencia de alternativas frente a la despolitización de la sociedad.

La crisis interna por la que pasa el PRD y las fuerzas de centroizquierda también ha sido un factor clave que ha incidido en el crecimiento del voto nulo. Con una dirigencia totalmente alejada de las bases, que no hace mas que servir a la agenda de los dos principales multimedios del país en sus operaciones de difamación hacia las luchas populares y proscribiendo la influencia de López Obrador, el Sol Azteca esta siendo absorbido por las circunstancias en un momento que el país necesita la articulación de una alternativa política progresista frente a la tentación autoritaria, la concentración compulsiva de riquezas y la anomia social.

El voto nulo y la despolitización como debilitamiento de las garantías constitucionales frente a la tentación autoritaria y políticas económicas regresivas

Recabando el asunto de los peligros del autoritarismo y la militarización, esos riesgos crecen si se deja un parlamento en manos de nada mas dos partidos que, en pos de agrandar su influencia sobre ‘la opinión publica’ y servir a los inversores extranjeros, no escatiman en aprobar medidas que atenten contra el Estado de derecho y los tratados internacionales de DDHH.

A través de estos argumentos no se busca desvirtuar a la nulidad del voto. A partir de la manipulación del aparato mediático hacia este, esa tarea fue realizada. Las raíces históricas de esta decisión han sido en pos de la obtención de conquistas sociales y no de intereses mezquinos, como ha sido últimamente. Ello conlleva a que los actuales promotores de esta campaña no son aquellos sectores mas castigados por la política socioeconómica, sino que proviene de los grupos empresariales que mas favorecidos han salido de esta. No se trata de la posición que aglutine a todas las expresiones populares, sino de una supuesta disputa ínter capitalista entre clase política vs poder económico.[3]

Los voceros institucionalizados del voto nulo (por ejemplo, aquellas personas que se erigieron en una especie de lideres de la clase media urbanizada frente al ‘flagelo de la inseguridad’ y otros temas ‘sensibles’ para aquella porción pequeño burguesa que tiende siempre a la salida mas autoritaria) proponen este tipo de discurso: Hartazgo frente a la clase política pero sin cambiar la política económica. Estamos frente a un discurso miope, el cual no tiene nada que ver
con el que articulaban los argumentos de las grandes abstenciones electorales que se han sucedido a principios del siglo XX por ejemplo, en varios países de Sudamérica, donde estas han servido para cambiar los autoritarios regímenes conservadores de ese entonces. Aquellas medidas de acción, tomadas por los sectores excluidos de la sociedad estaban sustentadas en demandas sociales y profundas que cambiaran el restrictivo y burgués sistema de representación en ese momento. Los resultados se hicieron esperar, pero luego el marco político social de esos países terminó expandiéndose e incluyendo a muchísimos actores sociales.

A pesar de las circunstancias presentes sobre las cuales se motoriza la anulación del voto, también existen organizaciones de base que sustentan esa decisión con razones que van mas allá de las consignas simplonas y buscan un cambio estructural a la hora de hacer política, pero estas se encuentran en desventaja asimétrica frente a las fuerzas conservadoras que, a través del aparato de las comunicaciones, se han apropiado de esa bandera pero imponiendo una agenda absolutamente diferente a las de la lucha popular y una mejor distribución de las riquezas. Desvirtuaron las causas principales de la abstención y la anulación, convirtiéndola en una herramienta para infundir ‘honestidad ciudadana’ y ‘que los políticos se preocupen por la corrupción la seguridad y las libertades cívicas’. Claro, cuando aquí se refieren a la seguridad, honestidad y libertades cívicas hablan a partir de las clases medias y altas, excluyendo a los sectores que realmente sufren una represión cotidiana calamitosa por parte de todas las fuerzas facticas. No hablan por todos, hablan por aquella parte de la sociedad que sigue mirándose en un espejo de burgués asustado y apoya estas movilizaciones sesgadas (como ha apoyado las marchas contra la inseguridad y el endurecimiento de las penas carcelarias).

El voto nulo como relegitimación de la derecha

Este voto nulo proclamado con tanta alharaca es la nueva arma de la nueva derecha que busca relegitimarse con lo que sea. A falta de candidatos idóneos, que mejor que una campaña promoviendo el ‘fin de la política’ porque es ‘irremediablemente sucia’. La elite económica, conservadora ella y aliada a un partido político de mismo ideario como el PAN, busca en desmedro de la política obtener réditos ante la sociedad e imponer su agenda, ya que en medio de toda esta construcción destituyente hacia un un par de focos centrales absolutamente separados y abstraídos de toda la miseria del sistema en general como lo son la inseguridad y la corrupción, la política económica neoliberal no es tocada para nada. Aquí surge de vuelta el tan mentado seudo-axioma justificador del modelo vigente:
‘el neoliberalismo es bueno en si mismo, pasa que la acción humana (esto es, la política) es corrupta y eso contamina al sistema desregulador.[4] Esta es, en resumidas cuentas, la perspectiva de sociedad que alientan desde la media a partir del voto anulado.

Conclusiones

La política no es lo que señala la campaña propagandística del voto nulo. No son un conjunto de decisiones tomadas por unos pocos en un despacho. La política es la praxis humana encaminada a discutir la sociedad a partir de diferentes visiones sobre las cuales surge un paradigma colectivo que beneficie a todos.

La ‘apolítica’ es un instrumento de aquellos sectores que defenestran las discusiones y la toma de medidas del conjunto de la sociedad en pos de imponer los suyos por las formas menos democráticas y justas. La ‘apolítica’ es un desprendimiento del sector político que esta en sintonía con los grupos de poder concentrados. Promete la nada misma a cambio de que mucha gente, la cual se siente hastiada de la indiferencia de las clases dirigentes, aporte su voto a una supuesta causa justa cuando en verdad lo único que se lograría con un triunfo de estas posiciones es la ausencia de movimientos que tiendan al progresismo en la correlación de fuerzas legislativas federales y estatales.

Si bien últimamente, mas precisamente en el plazo de este ultimo mes, se han ideado campañas a favor del voto positivo y el acudir a las urnas por parte del IFE y otros organismos electorales, la tendencia general que impera en la sociedad mexicana es la apatía en relación a las elecciones legislativas a realizarse el domingo cinco de julio.

Claro, los sentimientos abúlicos están presentes en la comunidad local y mundial desde hace décadas. La anhedonia en las sociedades modernas se ha ido afianzando a partir del sucesivo abandono del Estado en la tarea de cuidar la salud, la educación y los puestos de trabajo de la gente que derivaron en el auge de políticas privatizadoras y concentradoras del ingreso en unos pocos. El actual modelo económico le declara la guerra a la moral y el espíritu intrínsecamente progresista de los hombres y mujeres modernos. Como vemos, la política no escapa a la sensación de desencantamiento general del individuo.

La idea en este escenario no es votar nulo ni votar ciegamente por un partido. El centro esta en poder definir una escala de grises dentro de toda esta construcción de la realidad marcada por el blanco vs negro. Esto es ir a votar pero con una clara conciencia crítica.

El sistema político mexicano, al igual que otros sistemas políticos latinoamericanos, tienen características homogeneizantes que los hacen, a simple vista, alejados de la realidad y de las bases populares. Sin embargo no todo es así. Lo dicho no exime a la clase política de adoptar medidas justas que ayuden a un aglutinamiento de estas expresiones de hartazgo frente al sistema político a modo de respuesta y de comprensión

Entre los candidatos, en medio de una notable ausencia de ideas y de debate profundo sobre el estado del país, puede haber alguien que sea identificable con esos deseos de cambio a la hora de hacer política.

Dada la situación como está, se hace necesario no jugar en la orbita que aquellos grupos conservadores que, haciéndose valer de los medios, proclaman anular el voto. Existen opciones dentro de las fuerzas progresistas que, estando debilitadas por conflictos internos y difamación mediática, todavía agrupan muchas organizaciones de base, las cuales siguen en lucha por mejorar sus condiciones de vida y no se prestan a internas que atentan contra la unidad de las luchas y causas populares.

-------------------------------------------------------------------------------------

[1] http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/44566.html
(2) http://www.razonypalabra.org.mx/
[3] http://redescirculodeestudios.blogspot.com/2009/06/voto-nulo-vs-partidos-autistas-castigo.html
[4] BOURDIEU, Pierre, (La miseria del mundo) (1993), edición en pdf.

sábado, 20 de junio de 2009

Periodismo y realidad.

El periodismo es un vocero y constructor de realidades. Desde que ha aparecido la imprenta, su función ha alternado entre ser desencadenante de grandes cambios y garante conservador del estado de cosas.

Mac Luhan mencionó tiempo atrás que surgiría, con sustento en las innovaciones tecnológicas, una era de acceso universal al conocimiento[1]. Su prefiguración resulto manca; Están los medios para entrar a ello pero las posibilidades para acceder a esos medios no son las mismas para todos. No se supo o no se quiso prever que ese ‘acceso universal’ estaría atado, en la gran mayoría de los casos, a los intereses de grupos hegemónicos. El periodismo en particular no es la excepción a la regla.

Desde hace décadas se impone una nueva noción del periodismo. Quitándole su contenido revolucionario y militante para darle mas lugar a su función como transmisor ‘objetivo, eficiente y profesional’ de la realidad. Que sea mas ‘acorde’ con el funcionamiento del mercado, que es el eje del statu quo actual.

Esto no significa que el periodismo ha devenido en un todo uniforme a estas imposiciones. Sigue habiendo una lucha permanente de ideas. Pero el espacio de margen para construir un periodismo que en verdad se encuentre mas cercano a los problemas de las bases sociales se ha reducido.

Las instituciones han repetido tantas veces la idea de que el periodismo debe ser sinónimo de objetividad sobre ‘la realidad’ que hemos olvidado de cómo se construye ello. Solo nos ha quedado en la mente la meta del periodismo pero no la praxis ni la crítica hacia el. No me refiero con esto, a que no haya habido ni hay estudios que alerten acerca de ello. Los hay y muchos, pero lamentablemente estos, en muchos casos, encuentran indiferencia a su ardedor. Son la voz disonante en un coro evangelizador que proclama ‘la-era-de-la-información-llegó-para-quedarse’.

Pierre Bourdieu se preguntaba: ‘¿Por qué quienes detentan casi un monopolio de la información masiva no toleran un análisis de los mecanismos que rigen la producción de la información y, menos aun, la difusión de la menor información al respecto?’ [2]

El sociólogo francés buscó con esta pregunta abrir el debate en torno a una gran reforma de la praxis de este periodismo ‘profesionalizado’. El sintió que la labor periodística ya no lo era así porque estaba (y esta) mas cerca de los intereses de una minoría poderosa que de la población en su conjunto y de las medidas que se toman en beneficio de ellas. Estas dudas y críticas que ha formulado las ligó a la cobertura tergiversada que habían hecho los medios informativos de la huelga general que ocurrió en Francia a mediados de los 90s.

Bourdieu ha estado en estos acontecimientos donde las funciones coercitivas del periodismo se han mostrado más a la luz que nunca. A partir de esto y con sustento en sus estudios críticos de la comunicación masiva afirma que “el periodismo, como instrumento de comunicación, se utiliza para censurar –ocultar mostrando- y al mismo tiempo esta sometido a una fuerte censura. Uno querría emplearla para desnudar su monopolio y el de los instrumentos de difusión; el periodismo es la herramienta que permite hablar a la multitud, mas allá de los limites de la profesionalidad”.[3]

Sin ir mas allá, a lo que se quiere ir es si se busca cambiar este estado ‘muerto’ del periodismo no se trata de negarlo sino que lo ideal seria resignificar los recursos del periodismo dominante para darle un fin social. Volver a la praxis periodística militante pero haciendo uso de ‘las nuevas tecnologías’. Que esta sea abarcadora y universal. No segregacionista y constructora de nichos de mercado para la marketinización de sectores marginados por políticas económicas regresivas. Los mismos que son ‘carne de cañón’ para la ‘rentabilidad’ de los multimedios periodísticos actuales.

No se busca, claro esta, una nueva ‘objetividad’ frente a la problemática de la actual praxis periodística. Es claro que esta es imposible. Las acciones humanas no son un conjunto de variables contables que pertenecen a una regla inexorable. Entonces a lo que aspira el periodismo más que a informar ‘con objetividad’ es a reivindicar su papel como militante de cambios que contribuyan al desarrollo equitativo de la sociedad toda.



[1] http://www.razonypalabra.org.mx/mcluhan/aldjav.htm

(2) BOURDIEU Pierre, Pensamiento y Accción, segunda edición, segunda edición, Buenos Aires: Libros del Zorzál. Página 77.

[3] Ibidem (2) Página 85

viernes, 1 de mayo de 2009

definición de periodismo

El periodismo se erige entre nosotros como un oficio que tiene como fin contribuir a darle voz y mejorar a la vida social. Tiene una función militante. Esa función reside en que sea inclusivo y abarque a todo tipo de expresiones. También es cubrir las injusticias causadas por un orden social económico y difundirlas con el objeto de que sean tomadas a debate por todos los miembros de la sociedad.

A la pregunta ¿qué pasa por el mundo?, el Periodismo responde con noticias o informaciones, pero no de modo inorgánico, sino con noticias o informaciones sometidas a un sistema de clasificación . (1)

La dimensión científica del Periodismo, así suscitada, se sitúa no solo en el marco de las Ciencias Sociales, sino también en el marco de la Teoría del Conocimiento, en cuanto conceptualización de un saber especifico, el ya definido como saber periodístico. (2)

El sociologo belga, Armand Mattelart, ahonda en la definición intrinseca del periodismo (esta es, como agente de cambio social):

La lucha de los propios estudiantes y de los docentes, conscientes de esto, es tratar de pensar el periodismo en función de su relación con la ciudadanía (...) plantear el tema del periodismo y la libertad de expresión únicamente a partir de un código de deontología de los periodistas, un código de ética sobre la objetividad. Hoy en día lo importante es pensar en la relación entre los periodistas y ciudadanía. (3)

---------------------------------------------------------------

(1) - AGUINAGA, Enrique, 'Hacia una teoría del periodismo', http://www.erevistas.csic.es/ficha_articulo.php?url=oai:revistas.ucm.es:11980&oai_iden=oai_revista256

(2) - BENEYTO, Juan , El Saber Periodístico, Editora Nacional Madrid

(3) - MATTELART, Armand /7 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=26810